¿QUÉ TIPO DE SAL ES MEJOR?
A lo largo de la Edad Antigua y la Edad Media, la sal se consideró un recurso valioso. Sus múltiples usos tienen mucho que ver con ello. Servía para dar sabor a los platos, para aportar sodio a la dieta, para transformar alimentos con el fin de añadirles valor como mercancía, etc.
Actualmente se han descubierto muchos tipos de sal, que son empleados dentro del ámbito gastronómico como un potenciador de sabor.
SAL ROSA/ DE HIMALAYA
Su estructura varía solo un poco de la sal de mar; se caracteriza por
tener un gran estado de pureza. Ésta
contiene pequeñas cantidades de óxido de hierro (lo que le da su color rosa),
contiene también pequeñas cantidades de otros minerales como: calcio, hierro,
potasio y magnesio. Este tipo de sal no ha sido refinada y posee cantidades ligeramente
inferiores de sodio comparada con la sal de mesa (98% de cloruro de sodio).
Su recogida se hace a mano y se corta en placas o losas que
se utilizan como plato para servir comida, ya que guardan la temperatura del
alimento.
SAL DE MAR
Este tipo de sal se obtiene por evaporación del agua de mar
en lugares llamados salinas. y, al igual que la sal de mesa, se trata de
cloruro de sodio. Al no ser sometida a un proceso de refinado, la sal marina
suele poseer pequeñas cantidades de minerales como magnesio,
potasio, hierro, calcio…, y ciertas impurezas o sustancias
contaminantes presentes en el mar, como metales pesados.
SAL YODADA (DE MESA)
Esta sal está altamente refinada. Se molió intensamente y la
mayoría de las impurezas y de los minerales se eliminaron. Su contenido de
cloruro de sodio es muy alto: 97-99%. Sin embargo, como su nombre lo indica, el
yodo se suele añadir a la sal de mesa. Esta fue una exitosa medida preventiva
para combatir la deficiencia de yodo, muy común en muchas partes del mundo y
la principal causa de hipotiroidismo, retardo mental en infantes y diversos problemas
de salud.
Por lo tanto, si decides no tomar sal enriquecida con yodo,
asegúrate de que estés comiendo otros alimentos ricos en yodo
como pescado, lácteos, huevos y algas.
CONCLUSIÓN
Además de estos tipos de sal existen muchos más: Sal Kosher,
Sal Negra, Flor de sal, etc., sin embargo, las anteriormente mencionadas son
las más comunes en el consumo poblacional. Independientemente de la elección
que se realice, debe ser usada con moderación para evitar repercusiones en la
salud a largo plazo, ya que todas contienen valores similares de cloruro de
sodio.
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