TU TIROIDES TE ENGORDA...¿MITO O REALIDAD?

La correcta función de los órganos de nuestro cuerpo es imprescindible para lograr un impacto positivo sobre nuestra salud en general, y la tiroides no es la excepción; en realidad, esta glándula es el factor primordial de nuestro metabolismo.

Quizá has subido de peso, aun cuando te apegas fielmente a tu dieta. Quizá comes y haces ejercicio de la misma forma que siempre — bien, mal o sin prestarle mucha atención—, pero solías tener un peso estable y ahora los kilos se están acumulando. 

Estas características son las principalmente conocidas cuando la tiroides se ve afectada causada por Hipotiroidismo, pero es importante identificar otras señales, como:

HIPOTIROIDISMO: Se produce muy poca o nula cantidad de hormonas tiroideas

• Sueles sentir frio y es posible que no sudes
• Subes de peso o no puedes perder peso
• Desarrollas niebla mental: Lapsos de memoria, dificultad para concentrarte
• Puedes sentirte desmotivado y apático.
• Te sientes constantemente cansado/a
• Depresión o cambios de estado de ánimo
• Cabello frágil, quebradizo
• Es probable que sufras de piel reseca
• Sufres de irregularidades hormonales (infertilidad, períodos menstruales irregulares, etc.)
• Tienes un ritmo cardíaco lento.
• Mayor probabilidad de presentar colesterol alto o dislipidemias
• Es muy común que sufras de trastornos gastrointestinales: indigestión, estreñimiento.
 

Es importante que ante cualquier sospecha de padecer hipotiroidismo acudas con un médico especialista que pueda evaluarte y monitorearte de acuerdo al diagnóstico, tratamiento y estudios de laboratorio indicados.

LA IMPORTANCIA DE LA NUTRICIÓN EN PERSONAS CON HIPOTIROIDISMO: APOYAR LA SALUD INMUNOLOGICA Y TIROIDEA.

  

                                       

La alimentación es clave para lograr que tu metabolismo trabaje de una mejor manera. Para ello, debes concentrarte en tu salud intestinal, obtener los nutrientes necesarios para tu tiroides, evitar alimentos inflamatorios y liberar a tu cuerpo de su carga toxica. ¿Cómo es eso?

Existen alimentos como:

• LOS LÁCTEOS
• EL GLUTEN
• LAS LEGUMINOSAS (Soya, cacahuates, garbanzos, frijoles, lentejas, ejotes, habas, guisantes, etc.)
• LOS ALIMENTOS CRUCÍFEROS (Brócoli, Coles, Coliflor, etc.)

Todos ellos pueden causar inflamación —una respuesta del sistema inmunológico que es el centro de los padecimientos autoinmunes, de la disfunción tiroidea y de muchos otros problemas de salud crónicos—. Poner atención en la frecuencia y cantidad de consumo servirá para ayudar a la función tiroidea. 
 

Existe la posibilidad de que la fibra puede causar malabsorción de la levotiroxina (LT4), sin embargo, no existe suficiente evidencia científica que lo sustente; se recomienda esperar 30 minutos antes de consumir algún alimento.  

No olvidemos que un tratamiento siempre va de la mano de una correcta alimentación, que ayude a mejorar nuestra calidad de vida.